Histéricas y no tanto…
El
espectáculo fue presentado en la Sala del Teatro Lux. (Excelente opción, para
presentar y apreciar propuestas culturales, en la cambiante y creciente
población del Centro Histórico de La Nueva Guatemala de La Asunción.) Lástima que
se permita el ingreso a vendedores ambulantes a la sala del teatro y estos
caminen entre los pasillos y butacas ofreciendo chicles, dulces y cigarros. La
sala no es un estadio de futbol, el Teatro merece respeto.
Obra
musical, decía el pequeño programa de mano, la misma encaja en teatro de revista.
La
función dio inicio dieciséis minutos después de la hora programada, muy
lejos de la puntualidad y formalidad de hace un par de años, cuando la
Directora Jany Campos, puntual daba el saludo de bienvenida a los asistentes y solicitaba de cinco a diez minutos de prórroga para empezar la
función con la autorización del público asistente.
La
obra comienza con pequeños parlamentos con los que se cuestionan del porque las mujeres se vuelven histéricas… y
los hombres también. Interactúan con los asistentes a la vez que los invitan a
reflexionar sobre situaciones cotidianas que regularmente afectan a las
féminas. Para luego dar paso a una explicación de la histeria, por medio de la
Dra. Histérica (Pía Arévalo) muy buena caracterización, lamentablemente la
actriz nos llevo de más a menos durante
el desarrollo de la obra y no porque no llegara al mínimo requerido. Si
no porque sus compañeras trabajaron de
una mejor manera. Jen Soto presento un excelente monologo “del porque las
mujeres se tardan tanto en el baño” y Rebeca Lane con su intervención supo dar
las intenciones requeridas para captar la atención del público y este no le
pusiera reparos al contenido del mismo. El cual era una anécdota personal, más
que un parlamento formal. Ambas actrices (Soto y Lane) mantienen sus
caracterizaciones durante todas las intervenciones, además de manejar un
movimiento escénico aceptable. No así Arévalo, que a ratos se pierde en el escenario.
Para
dar vida a los personajes, se apoyaban
en una caja de madera en la cual van sacando la utilería necesaria para
cada una de las intervenciones. Música en vivo, de manera parcial. Ya que solo
la utilizan para acompañar ciertas actuaciones y no se aprovecha para las
interpretaciones musicales, las cuales no se pueden apreciar por la mala
calidad del sonido y por momentos una mala dicción de las actrices. La
iluminación fue de mala calidad.
El
cierre estuvo un poco flojo, no quedo claro el juego que intentaron hacer.
Muchas
felicidades a las chicas de Trasbastidores por el interesante trabajo
presentado y seguro estaremos al pendiente de sus futuras puestas en escena.
megustaestararribateatro@gmail.com
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