martes, 26 de abril de 2016


8° FESTIVAL DE TEATRO GUATEMALA (1ra Parte)



Por primera vez el en años el festival comenzó puntual (15 minutos antes de lo programado) a la vez fue curioso y preocupante no encontrar el lobby saturado de personas queriendo encontrar un boleto para poder presenciar la fiesta teatral más grande de Guatemala. Como era costumbre en festivales anteriores, los llenos eran totales y el público se esmera por llegar temprano. En su momento sospeche que el festival se había vuelto una moda, temo confirmarlo. Sin embargo daré el beneficio de la duda, esperando que fueran otros factores que influyeran en la poca asistencia al festival, el cual se desarrolló en gran parte en: El Teatro de Cámara “Hugo Carrillo” del Centro Cultural Miguel Ángel Asturias.

El primer día de actividades inicio con el justo y merecido homenaje al Maestro Antonio Guitrón, dando lugar a un representante de teatro del interior. Con un acto más protocolario y bastante sencillo, además de un homenajeado de pocas palabras, pero de mucha acción teatral y un gran compromiso con el arte y cultura. Se reconoció a: El Actor, director, dramaturgo, gestor cultural y formador de talentos. En fin un polifacético e incansable promotor de las artes escénicas. Mismas que ha desarrollado principalmente en Coatepeque y treinta y seis años de estar comprometido con el teatro. Formo la compañía de Teatro de Coatepeque y varios a donde ha llegado por asares del destino. Ha impulsado las muestras de teatro escolar y desde 1995, el Festival de Teatro Escolar de la región lleva su nombre. Fue por muchos años coordinador general de la Muestra Nacional de Teatro Departamental y ha sido reconocido en varias ocasiones por su dramaturgia, destaca “Al final del precipicio” mejor dramaturgo a nivel nacional. Su gran amor por el teatro lo ha llevado a recorrer países como: Cuba, México, El Salvador, Costa Rica y Nicaragua. Representando dignamente a Guatemala.

Y empezó la fiesta: “La orgia” de Enrique Buenaventura, a cargo de Teatro de Arte Universitario TAU y dirección de Ángelo Medina. Fue la encargada de abrir el festival. La dramaturgia, puesta en escena y la actuación general e individual dejaron una buena impresión a los asistentes. Personajes bien marcados y representados, acompañados de un excelente manejo del espacio escénico y utilizando eficientemente los elementos escenográficos, los cuales transformaron rápidamente sin perder la estética, logrando reacciones interesantes en el público. La propuesta invita a pensar y reflexionar sobre la manipulación de las masas. Y como un poco de poder puede cambiar al ser humano y su entorno. Con una sociedad, carente de valores y principios. Es un fuerte llamado de atención a las clases “rica y pobre” ya que critica a ambas. La primera que se aprovecha de las necesidades de la mayoría de la población y la segunda que se vuelve una réplica de la primera. Manipulando y dejándose manipular, ese es el juego. Donde lo que importa es uno mismo y se olvida el bienestar colectivo del que todos somos parte. ”La música desde la ventana” Con dirección de Patricia Orantes y asistente de dirección de Marian Arenas, dramaturgia de René Estuardo Galdámez. Artes Landívar nos presenta una obra de recuerdos contada por Juan Ángel (Roberto Díaz Gomar) desde su lecho de muerte. Lleva al público asistente al viaje de su vida, remarcando los hechos trascendentales que le marcaron y trayendo al presente a diferentes personajes que lo acompañaron en el recorrido de este mundo terrenal. Exilio y auto exilio van de la mano en esta propuesta de teatro cabaret. La introducción está a cargo de Deryc Papadópolo (Invitado (a) para este ejercicio) quien empieza a contar su vida. Para la función del festival caricaturizaron al personaje colocándole barba al travesti. Su historia no conmovía, daba risa. Fue un desacierto. Caso contrario fue la temporada regular, donde iniciaba la velada y de una forma amena hacia el conteo de las llamadas. Su relato conmovía, humanizaba y predisponía a los asistentes a disfrutar la propuesta, la cual estaba pensada para un espacio alternativo. La cual no lograron acomodar a la sala del Teatro de Cámara. El otro invitado fue Vladimir Villatoro, quien estuvo a cargo de los arreglos musicales y la parte que actuó, estuvo aceptable. La función se salva por un buen trabajo de dramaturgia y el nivel de los actores, que en sus individualidades estuvieron a la altura. “Dios es máquina” De Woody Allen y dirección de Daneri Gudiel. Fue el mal chiste del festival, sin comentarios. El día sábado, El Centro Histórico de la ciudad de Guatemala fue un caos. Entre calles tomadas por fanáticos religiosos, carreras que se han puesto de moda y la elección del Rey Feo de la Universidad de San Carlos, la cual se realizó en el Teatro al Aire Libre. El acceso al Centro Cultural Miguel Ángel Asturias, fue muy complicado. Y por tal razón los organizadores del festival se vieron en la necesidad de reprogramar, en horario la presentación y comenzar cuarenta minutos después de lo programado dando paso a “Tierra” de Andamio Teatro Raro, con dirección de Luis Carlos Pineda y creación colectiva. La propuesta de Teatro Pobre y que ellos llaman Teatro Político, puede encajar en Teatro de la crueldad. La historia de la humanidad contada de forma evolutiva, tocando y resaltando hechos específicos que han marcado para bien o para mal al ser humano. Es interesante la expresión corporal y la exigencia física de cada uno de los actores, estéticamente es un trabajo muy limpio. Lamentablemente el grupo toma partido y la propuesta se vuelve una denuncia más personal que colectiva. Confieso que tenía curiosidad de ver la evolución del trabajo y no encontré mayor crecimiento en la propuesta, a lo visto hace dos años. Cuando fue el estreno de la misma, pero no por eso deja de ser interesante. El domingo en jornada doble, fue dedicada a los títeres, empezando con: “Un botón en mi cabeza” de Arriba las Hu! Manos (Chile-Argentina) Autoría, dirección y manipulación a cargo de Enrique Crohare Niño y Laura Soledad Mac Laughin. Con un teatrino muy grande y buena construcción de objetos que acompañan a Clott, personaje principal que debe pasar por diferentes situaciones para poder entender que; “Todos somos iguales y a la vez diferentes” Cabe resaltar lo histriónico de los titiriteros y la capacidad de mantener atentos y conectados a los asistentes en todo momento. Así como la utilización de localismos, lo cual emociono al público. Lamentablemente abuzaron del recurso. “El Hombre que lo tenía todo, todo” de Miguel Ángel Asturias y adaptación, dirección y manipulación de objetos de Antonio González de la Compañía Títere Fue! Y música en vivo a cargo de Mariano Delay. La propuesta de teatro en miniatura destaca por la limpieza de sus movimientos y la combinación de técnicas y estilos como: Títeres de guante, de sombra y de barilla. A pesar que la propuesta se ha reinventado en varias ocasiones no pierde la esencia de la obra original y mantiene la atención y la capacidad de asombro del público que disfruta las propuestas de Títere Fue! “Jícaras, chicharas y bambú” del Grupo Hormigas y creación colectiva, presentaron la propuesta de actuación y manipulación de objetos. Por compromisos de trabajo técnico con el grupo anterior, no pude presenciar la función. Me quede con las ganas de comentar el trabajo del Grupo de Totonicapán. Así finalizo la primera semana del festival.                                        



  





Selvin Monroy

megustaestararribateatro@gmail.com

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